Bucle


Desperté, era lunes, y aunque sabía que vivía un día diferente al domingo o al jueves este se sentía igual, todo se sentía igual, caminaba las mismas cuadras,  comía lo mismo,  buscaba lo mismo que hace diez años y que hace cinco,  nada había cambiado. El vacío, la desesperación y el tormento me visitan para tomar el té, merendar y por lo menos una o dos veces a la semana duermen en casa, y aunque siento que los extrañaría solo quisiera que desaparecieran, que me olvidaran. 


Me gustaba creer que algún día, todo esto cambiaría,  que despertaría y mi mundo sería diferente, o por lo menos, yo sería diferente. Que mi príncipe azul estaría a mi lado, que la reina me miraba y comprendía,que al rey le importaba y me salvaría, Pero, ese príncipe azul nunca llegó, la reina nunca me entendió  y al rey nunca le importó.


Quizás creía que necesitaba la ayuda de los demás para que está bola de nieve que me persigue, que me asustaba, que me pone nerviosa , que me acelera, desapareciera, pero, nunca intente leerla, nunca intenté descifrar que quería decirme o porque me buscaba todos los días en mis sueños o porque mientras caminaba me cortaba la respiración y me hacía pensar en el futuro. 


Supongo que nunca entendí a Bola de nieve, como nunca supe entenderme a mí, creo que solo queria un abrazo y yo también quería uno, y aunque aún no logro abrazarla porque tengo miedo del frío que pueda causar, también tengo miedo de creer que perdí mucho tiempo huyendo de ella, tengo miedo de sentir que perdí mucho tiempo huyendo de mí. 


Desperté, era martes, y aunque sabía que vivía un día diferente al domingo o al jueves este se sentía igual, todo se sentía igual…


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